Si un familiar tuyo ha contraído coronavirus (COVID-19) o es sospechoso de tenerlo, y presenta síntomas leves, puede recibir atención médica en su hogar. Para poder atenderlo de manera segura, debes tener en cuenta las siguientes consideraciones.
Recomendaciones para el paciente:
El paciente deberá estar en una habitación bien ventilada. Mantén las ventanas y la puerta abiertas.
Reduce los espacios compartidos con el paciente, como la sala, el baño o la cocina. En caso de que necesite moverse dentro de su domicilio, el paciente deberá tener una mascarilla. Además, todas las áreas de tránsito deben estar ventiladas.
Si debe acudir a una consulta médica, deberá usar una mascarilla durante todo el tiempo que esté fuera de su casa. Si es posible, es recomendable solicitar una consulta médica en su domicilio.
El paciente deberá lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón entre 20 y 30 segundos, o utilizar gel antibacterial a base de alcohol, especialmente después de toser, estornudar o usar pañuelos desechables.Ten en cuenta que el gel antibacterial no reemplaza el lavado de manos con jabón.
Mientras dure la enfermedad o presente síntomas, no deberá ir a trabajar, estudiar o realizar actividades que requieran esfuerzo físico.
Recomendaciones para los cuidadores:
Limitar el número de personas a cargo del paciente. La persona que deba atender deberá gozar de buena salud y no puede tener enfermedades crónicas o que afecten a su respuesta inmunitaria.
No se debe permitir el ingreso de visitantes.
Aplicar las medidas de higiene de manos después de cualquier tipo de contacto con el paciente o con su entorno inmediato. Asimismo, se debe seguir la misma indicación antes y después de preparar alimentos, antes de comer, después de usar el baño y siempre que se advierta suciedad en las manos.
La persona encargada del cuidado del paciente deberá utilizar una mascarilla médica simple bien ajustada que cubra la boca y la nariz cuando se encuentren en la misma estancia que el paciente.
Las sábanas, toallas, platos y cubiertos utilizados por el paciente no deben compartirse con otras personas. Después de su uso, deberán lavarse con agua y jabón, evitando mezclarlos con prendas de otras personas. No es necesario desecharlos.
La ropa, toallas, ropa de cama y demás prendas de las personas enfermas o sospechosas de tener la enfermedad no deben mezclarse con prendas de los demás familiares al momento del lavado.
Es necesario desinfectar diariamente las superficies de uso cotidiano. Por ejemplo, mesa de noche o muebles de dormitorio.
El cuarto de baño y retrete deberán ser limpiados y desinfectados con lejía al menos una vez al día.
Los guantes, las mascarillas y cualquier otro desecho del paciente deben colocarse en un recipiente con tapa situado en su habitación y, posteriormente, eliminarse como desechos infecciosos.
Para eliminar dichos residuos, se deberá cerrar herméticamente la bolsa, rociarla con una solución de lejía (al 1%) y colocarla en otra bolsa. Las bolsas no se deben abrir por ningún motivo.
Los tachos que contuvieron los residuos deben ser lavados y desinfectados con solución de lejía (al 1%). Después de desinfectar el recipiente, deberás lavarte las manos con agua y jabón.
Ver video: ¿Cómo atender a pacientes con la COVID-19?
Durante todo el proceso de recuperación, es importante mantener comunicación con el médico tratante o el personal sanitario calificado a cargo del seguimiento del paciente y seguir sus instrucciones sobre su tratamiento